La calma es una de las características del hotel. Rodeado de jardines, mecido por el agua que corre, las campanas de la iglesia les recordarán el tiempo que va deslizándose apaciblemente. En una tumbona a orillas del rio o al borde la piscina donde se llega pasando un pequeño puente encantador, el relajo queda garantizado.
Un respiro de la naturaleza para un bienestar o un total relajo, es lo que ofrece el ambiente excepcional del hotel.
El hotel disfruta de una situación geográfica excepcional. Además de las numerosas actividades de proximidad, la Casa es un fantástico punto de salida hacia otros ambientes: a una hora de la costa (surf), de Pamplona y San-Sebastian (España), de Mauleon, cada día de su estancia elegirá su color.
En el hotel, los niños disfrutarán del frontón miniatura mientras que los adultos compartirán momentos inolvidables con un partido de bolas o incluso un partido de padel. Para sus salidas, Christine Arcé les guiará pasando por unos caminos fuera de lo habitual (capillas, patrimonio edificado excepcional…).
Que Ud. sea un practicante de senderismo regular o que solo se pasee de vez en cuando (a pie, bicicleta o a caballo) quedará encantado con los paisajes de este territorio. Hay algunos paseos míticos: las crestas de Iparla, el monte Autza, el puerto de Izpegui pasando por el camino de los contrabandistas. Christine Arcé les enseñará los paseos de la liebre y los de los narcisos.
El agua está al centro del territorio; Su estancia les dará la oportunidad de pescar a mosca con Yvon Zill, un especialista de este tipo de pesca. Los amantes de fuertes sensaciones no se quedarán sin la oportunidad de ensayar recorridos de rafting y de barranquismo cerca del hotel.